VIENTO SOLO 3

SIMPLEMENTE TE QUIERO

Por qué me pides
que te ame,
si luego me pides que me calle.

Mi amor es un grito
es viento verde
es atmósfera pura,
mi amor es manantial desbordado

Por qué tengo que callar mi pasión
por tus ojos y tu pelo
mi ilusión de tus manos en mis manos,
mi amor es bienaventuranza y no culpa

Por qué no puedo decir que te amo
si me estoy muriendo por ti
todos los días en silencio, en la bruma
en el olvido de las palabras

Por que tengo que esconder
que yo te quiero
aunque el mundo se escandalice
te quiero, nada más
te quiero.

CIELO ABIERTO

Bajo el cielo abierto en infinito
inundado de estrellas y luceros
en una noche de inagotable alegría
en resonancia de universal cercanía
descubrí tu amor esquivo y silencioso,
era ese sueño mil veces soñado
que la brisa del mar me tornaba realidad

En ese paraíso de sentires y gozos
reconocí cada partícula original de tu cuerpo
cada rincón de tu materia
cada mirada y cada gesto efusivo
cada recodo de tu alma
y te quise hasta el hastío,
te adoré sin desconfianza ni temor,
sin más límite que el paisaje maravillado
que nos cobijaba.

OFRENDA

Con el horizonte inalcanzable frente a mi ventana
con el mar esparcido que me llega como una brisa
vivificante
con esa nube hecha de banderas colgantes
con el viento que traspasa mi cuerpo
te ame sin medida ni tiempo.

Por esas sendas de polvo y arenas
por esas rocas y abismos caminados
por esas playas enamoradas
por esos bosques misteriosos y escondidos
te ame con intransigencia y con ternura.

Regálame tus ojos para fundirlos con el mar y la espuma
y déjame mirar a través de ellos
para que seamos amantes interminables
y vivamos la efusión y el fervor de besos incontenibles
en arrebatos y desvaríos.

VOLVERA

Volverá una sonrisa
Volverá la tarde a encontrarse con el sol
descubierto sobre el mar
Volverá esa luna a eclipsar
las bordadas nubes escondidas y melancólicas

Volverá la música a enredar las flores
en una canción de pétalos erguidos
sobre el jardín secreto

Volverá a alumbrar la luz alumbrante
farol interior y puro que centellea
los crepúsculos del alma

Volverá el sonido a las palabras dormidas
y caerá el silencio
y brotará en cascada una voz

Volverá la vida a la vida consolada
en esas manos alfareras de esperanza
construida

Volverá esa mirada de frente al horizonte
y verás la transparencia amanecida
de unos ojos queridos

Volverá la sonrisa
desde aquel día
y nos amaremos perpetuamente
frente al sol y de cara al viento
sin que nos toque la maldad
ni nos destruya maledicencia

Volverá el amor triunfante
Volverá la sonrisa…

AMANECERES

Fulgor indeleble,
relámpago luminoso,
astro tutelar, infinito retrato de la alegría.

Sonrisa perenne mirada mustia
profundidad que estremece.
Semilla familiar germen telúrico de la esperanza,
cosecha futura
de los jardines renacidos.

Amigo sublime, amor proscrito,
compañero nacido del silencio obligado,
de las palabras musitadas
confidente de secretos murmurados.

Te encontré entre las baldosas carcomidas
entre las arenas milenarias,
en un mágico resplandor de un sol que hizo germinar
la conciencia averiada.

Descubrí tu mirada de relámpago
conocí tu ingenio caprichoso
entre aquellas montañas de rocas colgantes,
entre las alturas graníticas y fecundas,
en nuestro pasar lento y bullicioso
en un tren intransparente y melancólico,
que vomitaba letanías seculares
entre el viejo rezongar de los rieles.

Querido mío, testigo de inquietudes inmanentes,
te transformaste en parte de mi espacioso futuro,
vástago de la época excelsa
que comprende tu mundo y todos
los mundos vivificados.

Te pareces al universo pluralizado,
pequeño de generosidad vital
rebelde emergido de la luz colosal,
materia primigenia, labrador venidero.

Puedo imaginar que algún día
entre la nostalgia definitiva
entre el sosiego conmovido
entre el combate denodado,
seguirás la senda resistente
y tomarás el camino pedregoso
de juntar la piedra con la piedra
el agua con el agua
el furor con la esperanza
y que tomarás en tus manos
muchas manos.

Amigo, tenemos que escalar esa montaña extensa
y desbordante
tenemos que atravesar abismos arrancados
tenemos que sentir el latido del mar
y del viento,
tenemos que escuchar como caen las lágrimas
eclipsadas,
tenemos que sentir las alambradas alevosas.

En esa cima de geológica victoria
encontraremos la consumación del amor esperanzado,
el proemio de la libertad
la obertura de la vida floreciente,
y encontraremos para ti
y para todos
amaneceres inagotables,
un día que no termina
una primavera renacida y un beso
de arcoiris.